Para personificar la belleza absoluta de Tazio o Narciso, la historia y el cine eligieron figuras que arrojaron una particular coincidencia: nariz perfilada, fino y simétrico. La misma elección se repite con otros personajes de “descomunal belleza”, aunque sus autores no describieron exactamente sus rasgos. Se impuso entonces un estereotipo de atractivo ideal en el que la nariz juega un papel fundamental y del que alcanzarlo depende de la precisión milimétrica como del sentido estético del cirujano. Vaya compromiso.
De allí se comenzó a ver a la rinoplastia como arte, uno capaz de recrear la belleza de Afrodita con bisturí. El cirujano tiene la habilidad de esculpir la zona central de tu rostro para buscar esa armonía facial, considerando siempre tus características y tipo de nariz, y buscando al mismo tiempo un resultado natural que te haga sentir 100 % cómodo. Lograr que ambas cosas dialoguen, cuando incluso podrían contraponerse, requiere del talento y la precisión de un verdadero artista.
Así, dentro de la rinoplastia estética comenzaron a aparecer un sinfín de factores que reafirman la declaración de este post, veamos algunos de ellos.
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Armonía y escultura facial: la rinoplastia como arte
La armonía facial habla del equilibrio y la proporción agradable entre los rasgos del rostro. Para que un rostro sea considerado armonioso cada uno de sus rasgos debe guardar una relación proporcional y adecuada entre sí, creando una apariencia estéticamente agradable y natural. Precisamente ese es el resultado que persiguen los procedimientos estéticos faciales, especialmente la rinoplastia: la primera cirugía facial más demanda en Colombia durante el 2022, según estudio de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica ISAPS.
Como si de una escultura a cincel se tratara, los cirujanos plásticos de mucha experiencia buscan mejorar la apariencia de tu rostro sin alterar drásticamente tus rasgos distintivos, sino más bien refinando su forma, contorno y dimensiones. Eso significa que se busca esculpir una nariz que se integre de manera natural con las mejillas, el mentón, la boca, los ojos y la frente.
Por eso, la rinoplastia es tanto un arte como una ciencia. No se trata solo de la destreza técnica y el conocimiento médico del cirujano, sino también de su capacidad para percibir el equilibrio, la simetría y la estética. Con tanta atención al detalle, no sorprende que muchos la llamen “cirugía milimétrica”, pues cada milímetro cuenta y marca la diferencia
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Así son los resultados de la rinoplastia como arte
La clave de tratar la rinoplastia como arte es la personalización, que toma en cuenta tanto tu estética individual como tus antecedentes culturales. El objetivo no es seguir un estándar único de belleza, sino diseñar una nariz que complemente y se ajuste a tu rostro, manteniendo un equilibrio con tus otros rasgos faciales.
En mujeres
Si eres mujer, te lucirá una nariz más pequeña, con un perfil más delgado y una punta ligeramente más aguda. Para lograr este tipo de resultados, los cirujanos utilizan técnicas como la rinoplastia ultrasónica, que permiten obtener un alto nivel de precisión en la remodelación de la nariz.
En el rostro femenino, las facciones suaves y delicadas son generalmente más apreciadas. Esto podría significar eliminar la joroba nasal, enderezar la nariz, agrandar o reducir ciertos rasgos y/o cambiar la forma nasal por completo.
Los cirujanos también prestan especial atención a las cicatrices. Para hacer que sean lo menos visibles posible, las incisiones se colocan en lugares estratégicos y se usan técnicas de sutura que evitan la formación de queloides, lo que reduce la probabilidad de cicatrices antiestéticas.
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En hombres
Si eres hombre, el cirujano tiene en cuenta las características típicas de la anatomía masculina al momento de hacer la rinoplastia. Normalmente, esta cirugía se enfoca en narices anchas para darles una forma más definida.
Según lo apropiado para hombres, tu nariz debe ser grande pero no excesivamente ancha o torcida. Sin embargo, los hombres también buscan esta cirugía para corregir lesiones que afectan tanto la función de su nariz como su aspecto estético. Por ejemplo, tabiques desviados, problemas de los senos nasales, lesiones y deformidades.
¿Se sacrifica la funcionalidad en este sentido?
Un cirujano con experiencia jamás sacrificará la funcionalidad nasal para conseguir un buen resultado, al contrario, puede lograr ambas cosas simultáneamente: mantener un enfoque artístico y corregir problemas respiratorios.
Si el paciente solo desea un retoque estético, al planificar el procedimiento, los cirujanos buscan equilibrar la visión del paciente con consideraciones médicas. Este proceso implica comprender las limitaciones y asegurarse de que cualquier cambio propuesto no comprometa la respiración o la función general de la nariz ni cause problemas de salud.
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En tal sentido, se habla del arte no porque se suprimen los objetivos funcionales, sino porque la comunidad médica ha avanzado mucho en conocimiento y técnicas de rinoplastia que ofrecen mayor control sobre los resultados, así como una apariencia más natural. Algunas de ellas incluyen la rinoplastia tradicional, rinoplastias ultrasónica y la rinomodelación.
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